El proyecto de ley de aborto libre presentado durante el gobierno del presidente Gabriel Boric constituye el tercer intento legislativo en esta materia en Chile. Los dos esfuerzos anteriores datan de 2018 y 2021, sin lograr avanzar sustantivamente en el Congreso. Esta nueva propuesta se enmarca en una tendencia regional más amplia: en Sudamérica, varios países han avanzado hacia la despenalización del aborto, ampliando derechos reproductivos para las mujeres.
En Chile, el hito legislativo más relevante ocurrió en 2015, cuando se presentó el proyecto de ley que establecía la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales: riesgo vital para la madre, inviabilidad fetal y embarazo producto de una violación. Esta ley fue finalmente aprobada en 2017, tras una intensa discusión social y parlamentaria. En ese contexto, según la encuesta Cadem de 2015, un 60% de los chilenos ya se mostraba a favor de permitir el aborto bajo ciertas circunstancias.
En años recientes, diversas encuestas han evidenciado una evolución en la opinión pública chilena respecto al aborto. Según ICSO-UDP, un 70% de la población respalda la ley de tres causales, mientras que un 43% apoya el aborto libre. Por su parte, la Encuesta Bicentenario 2024 muestra que el 52% de los consultados está de acuerdo con el aborto bajo causales específicas y un 26% se manifiesta a favor del aborto libre, cifra que representa el nivel más alto registrado en dicha medición.
A raíz de la presentación del nuevo proyecto por parte del gobierno de Boric, en Cadem Plaza Pública 594, se consultó específicamente sobre las posturas ciudadanas frente al aborto. Estos fueron los principales resultados:
En relación al derecho de las mujeres a abortar, un 54% de los encuestados señaló que está de acuerdo con los derechos de las mujeres a abortar bajo ciertas circunstancias, mientras que un 29% se manifestó a favor de que sea posible bajo cualquier circunstancia. Este último dato representa un aumento de 12 puntos porcentuales respecto a hace una década. En contraste, solo un 14% considera que las mujeres no deberían tener derecho a abortar, 8 puntos menos que en 2015.
Respecto a las circunstancias específicas en las que la ciudadanía aprobaría el aborto, un 59% lo respalda si el feto presenta problemas físicos severos, un 38% si la madre no se siente preparada para ser madre y un 33% si no existen condiciones económicas adecuadas para el desarrollo del niño.
Cuando se consulta sobre la postura general frente al aborto, un 55% de la población chilena considera que este debería permitirse solo bajo el modelo de tres causales, un 25% está a favor del aborto libre (13% más que en Marzo del 2022), y un 19% cree que debería prohibirse completamente (7% más que en Marzo del 2022). Estas cifras muestran que, aunque la mayoría aún respalda un modelo más restringido, existe un crecimiento en el apoyo a una legislación más amplia.
Finalmente, los datos segmentados por edad y nivel socioeconómico muestran diferencias relevantes. Los jóvenes tienden a tener una visión más favorable al aborto libre, mientras que las personas mayores presentan mayor resistencia a este tipo de propuestas. Asimismo, los sectores socioeconómicos más bajos suelen ser más conservadores en relación con este tema que los sectores medios y altos, donde se observa mayor apertura.
























